domingo, 29 de mayo de 2011

Bases para una nación bilingüe y competitiva

En tiempos de la globalización, Colombia necesita desarrollar la capacidad de sus ciudadanos para manejar al menos una lengua extranjera. En este contexto, el Ministerio de Educación formula el Programa Nacional de Bilingüismo 2004-2019, que incluye los nuevos Estándares de competencia comunicativa en inglés. El Marco Común Europeo fue el referente para fijar los niveles de dominio que se deben lograr. Un programa que fortalece la competitividad e incorpora el uso de nuevas tecnologías para el aprendizaje de una segunda lengua.
Ser bilingüe es esencial en un mundo globalizado. El manejo de una segunda lengua significa poderse comunicar mejor, abrir fronteras, comprender otros contextos, apropiar saberes y hacerlos circular, entender y hacernos entender, enriquecerse y jugar un papel decisivo en el desarrollo del país. Ser bilingüe es tener más conocimientos y oportunidades para ser más competentes y competitivos, y mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos.
La Ley 115 de 1994 en sus objetivos para la educación Básica y Media, demanda "la adquisición de elementos de conversación, lectura, comprensión y capacidad de expresarse al menos en una lengua extranjera". A partir de su promulgación, una mayoría de instituciones escolares adoptó la enseñanza del inglés como lengua extranjera. De ahí el compromiso del Ministerio de Educación con la creación de condiciones para apoyar a las Secretarías de Educación e involucrar en el proceso a todos los implicados en la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación de esa lengua: universidades, centros de lengua, organismos de cooperación internacional y proveedores de materiales educativos, entre otros.

Para mayor información consulta:

Ley General de Educación:


Europa como referencia

El Marco común europeo de referencia para las lenguas: aprendizaje, enseñanza, evaluación es el resultado de más de diez años de investigación llevada a cabo por especialistas del ámbito de la lingüística y de la pedagogía, procedentes de 46 Estados que hacen parte del Consejo de Europa1.
Se elaboró pensando en todos los profesionales del ámbito de las lenguas modernas. Pretende suscitar una reflexión sobre los objetivos y la metodología de la enseñanza y el aprendizaje, facilitar la comunicación entre estos profesionales, y ofrecer una base común para el desarrollo curricular, la elaboración de programas y exámenes y criterios de evaluación, contribuyendo de este modo a la movilidad entre los ámbitos educativo y profesional.
Entre sus aportes para el aprendizaje, la enseñanza y la evaluación se destacan: el enfoque por competencias, donde lo importante es el uso de la lengua en contextos; las descripciones concisas de categorías de uso de lengua (comprensión auditiva, de lectura; interacción y expresión oral y escrita); los niveles comunes de referencia, que van de A1 hasta C2 ; la escala de descriptores de competencia idiomática, y las pautas metodológicas para quienes enseñan y aprenden una lengua.
El Marco aporta nuevos enfoques con el fin de abarcar la dimensión del uso social y el análisis de los factores lingüísticos y extralingüísticos, que concurren en la comunicación; enfatiza la idea del papel protagónico del alumno con respecto a su propio aprendizaje; amplía el concepto de autonomía en la medida en que el alumno es cada vez más responsable de la toma de decisiones sobre su desarrollo como persona que aprende una lengua; diversifica la función del profesor, una persona que sabe el idioma y sabe enseñarlo (competencias fundamentales), y un mediador que asume la tarea de crear las condiciones adecuadas para potenciar en los alumnos la apertura hacia el aprendizaje de lenguas y la valoración de otras culturas y visiones del mundo; fomenta el interés por las variables individuales de los alumnos y, en particular, por la dimensión afectiva en la enseñanza de lenguas y su papel en el aprendizaje: estilos de aprendizaje, motivación, transacciones en el aula y procesos interculturales; y busca el equilibrio entre la dimensión lingüística y la pedagógica, y el énfasis en el currículo como el nexo de unión entre la teoría y la práctica, ámbito en el que se adoptan decisiones compartidas por quienes participan en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Este marco de referencia parte del principio de que aprender una lengua enriquece, en la medida en que permite adquirir una nueva personalidad social y el conocimiento de otras culturas.


Este video pertenece a BBC Worldwide.

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